RESUMEN
Se evaluó el efecto económico
de la aplicación de Hongos Micorrízicos
Arbusculares como una alternativa de fertilización
en condiciones de organopónico, para
incrementar el rendimiento del cultivo del
pimiento. Se consideraron diferentes niveles
de humedad en el sustrato, en la fase fenológica,
inicio de la floración-fructificación,
períodos cuando el cultivo presenta
la mayor demanda de agua. Se establecieron
dos condiciones de riego consistentes en
aplicar el agua cuando la humedad del sustrato
descendiera a valores correspondientes al
65% y 90% de la capacidad de campo y en
las otras fases regar hasta alcanzar la
capacidad de campo. El incremento del beneficio
económico neto con respecto al testigo
sin inocular fue de US$ 2300/ha para la
cepa Glomus hoi-like y más de US$
5000/ha para la cepa Glomus mosseae, con
valores ligeramente superiores para el tratamiento
de menor ingreso de agua.
PALABRAS CLAVE
Rendimientos, organopónicos, agua.
ABSTRACT
Economical effect of the application
of micorizotic fungi on pepper was evaluated
as an alternative of fertilizing in organoponic
conditions to increase the crop yield, taking
into account different levels of moisture
in the substrate; in the phenological stage
beginning of flourishing-fructification,
period of higher water demand. Two irrigation
schedule were set: to irrigate when substrate
demand decreases to values between 65% and
90% of field capacity & to irrigate
at field capacity in
the other stages.
Net economical profit compared to the witness
without inoculating was US$ 2300/ha for
the stub Glomus hoi-like and more than US$
5000/ha for the stub Glomus mosseae with
values lightly higher for the treatment
of lower water demand.
KEYWORDS
Yields, organoponics, water.
1. INTRODUCCIÓN
Cuba tradicionalmente es
productora del cultivo del pimiento (Capsicum
annuum L), pero los rendimientos del mismo
han decrecido en los últimos años
por diversos factores, siendo los de mayor
impacto las limitaciones del agua y los
fertilizantes químicos. Méndez
(2008) plantea que los rendimientos obtenidos
en estos años se encuentran en un
rango de 8,50 a 10,35 T/ha, en condiciones
óptimas del cultivo.
Dell’ Amicol et al.
(2002) y Fundora (2007) han puesto en práctica
el uso de biofertilizantes producidos a
partir de Hongos Micorrízicos Arbusculares
(HMA), como una de las alternativas para
incrementar la producción agrícola;
estos desempeñan una importante función
en las raíces de las plantas, contribuyendo
de forma más eficiente a su supervivencia
y crecimiento. Por otra parte, la formación
de micorrizas juega un papel esencial en
el desarrollo de las plantas bajo condiciones
de estrés hídrico.
Con base en lo anterior,
fue necesario realizar estudios para definir
estrategias de fertilización biológica
y riego en el cultivo del pimiento, con
el fin de encontrar alternativas económicamente
viables para incrementar la producción
organopónica en condiciones de bajo
consumo de agua y limitación de fertilizantes
químicos. Este trabajo evaluó
el efecto económico de la aplicación
de hongos micorrízicos arbusculares
en el rendimiento del cultivo del pimiento
con diferentes niveles de humedad en el
sustrato.
2. METODOLOGÍA
El estudio se realizó durante el
año 2007 en el organopónico
experimental del Instituto de Investigaciones
de Riego y Drenaje de La Habana, Cuba, situado
en 23º 04’ 48,70” de latitud
Norte, 82º 20’ 9,24” de
longitud Oeste y altitud de 34 m sobre el
nivel del mar.
Los canteros con un área
de 6,08 m² fueron construidos con asbesto-cemento
y se llenaron con un sustrato compuesto
según lo establecido en el Manual
Técnico de organopónicos y
huertos intensivos del Instituto Nacional
de Investigaciones Fundamentales en la Agricultura
Tropical (INIFAT, 2007). El sustrato se
preparó con una mezcla de suelo Nitisol
Ródico Eútrico Arcilloso,
según la clasificación World
Reference Base (WRB, 2006) y estiércol
vacuno previamente descompuesto en una relación
1:1 v/v. El trasplante se llevó a
cabo en la tercera década del mes
de abril y las posturas empleadas fueron
de la variedad “Verano 1”, procedente
de cepellón y con óptima calidad
(INIFAT, 2007).
En la inoculación
se aplicó un 1 g de biofertilizante
por planta en el momento del trasplante
con las cepas Glomus hoi- like y Glomus
mosseae (Pro-organic.com, 2008). Para conocer
el comportamiento de las micorrizas, se
efectuó un monitoreo de las esporas
en 50 g de sustrato en tres muestras por
cantero a una profundidad de 20 cm, antes
del trasplante y después de la cosecha
de los frutos (a los 96 días después
del trasplante). El conteo de esporas se
realizó según el método
descrito por Gerdemann y Nicholson (1963).
Se empleó un sistema
de riego localizado con microaspersores,
con un coeficiente de uniformidad de 90,63%,
clasificado como bueno según la metodología
de Merriam y Keller (1978). Durante las
fases de transplante-inicio de floración
y maduración-cosecha de los frutos,
la norma neta de riego se calculó
para todos los tratamientos a partir de
la evapotranspiración del cultivo,
según la expresión de Doorenbos
y Pruitt (1977). Los datos de la evapotranspiración
de referencia fueron suministrados por la
Estación Meteorológica de
Casa Blanca y los coeficientes del cultivo
utilizados fueron determinados por León
et al. (1991). En la fase fenológica
de inicio de floración-fructificación,
cuando el 20% de las plantas se encontraban
con flores, se aplicaron para cada tratamiento
inoculado con micorrizas dos variantes de
riego, que consistieron en regar cuando
la humedad del sustrato descendiera a valores
correspondientes al 65% (V1) y 90% (V2)
de la capacidad de campo.
Para combinaciones de riego
con cepas de micorrizas y el testigo sin
inocular se establecieron los siguientes
tratamientos:
Las precipitaciones caídas durante
el estudio se registraron con el auxilio
de un pluviómetro insertado en el
propio organopónico. La dinámica
de la humedad del sustrato se determinó
con una sonda electromagnética tipo
TDR, la cual fue calibrada anteriormente
por López et al. (2006) para este
tipo de sustrato. Se estimó como
indicador del rendimiento del cultivo el
peso fresco de los frutos (T.ha-1) en balanza
técnica.
El diseño empleado
fue muestral y el análisis estadístico
se realizó mediante comparaciones
de t de student para muestras independientes
con un nivel de probabilidad del error de
5%. Para el análisis económico
se aplicaron los procedimientos metodológicos
propuestos por Pérez y Álvarez
(2005).
3. RESULTADOS Y DISCUSIÓN
La comparación del número
de esporas en el sustrato se resume en la
Tabla 1; a diferencia del testigo sin inocular
(T1), para los tratamientos de micorrizas
(T2 y T3) se obtuvieron diferencias significativas
(p< 0,05) entre la cantidad de esporas
contadas en la cosecha con respecto a las
existentes al inicio del trasplante en los
dos niveles de humedad establecidos en el
sustrato. Estos resultados evidencian el
efecto de la inoculación con las
cepas de micorrizas estudiadas sobre el
contenido de esporas en el sustrato.
En el tratamiento de mayor suministro de
agua el contenido de esporas en los tratamientos
con micorrizas, alcanzó valores superiores
con respecto al testigo sin inocular, por
lo que el agua jugó un papel fundamental
para el desarrollo de estos microorganismos.
Similares resultados fueron obtenidos por
Daniels y Trappe (1980), quienes sugirieron
que el contenido de agua en el suelo hasta
la capacidad de campo favoreció la
germinación de esporas de los hongos
micorrízicos. También es importante
resaltar las cantidades de esporas en los
tratamientos con HMA postcosecha, comparado
con el tratamiento testigo sin inocular
donde el suministro de agua fue menor. Esto
puede ser consecuencia de la importancia
de la formación de micorrizas en
el crecimiento de los cultivos en estado
de estrés hídrico. Ruiz et
al. (1995), Muhsin y Zwiazek (2002) encontraron
que plantas inoculadas en condiciones de
déficit hídrico desarrollaron
una capacidad de absorción superior
a las plantas no inoculadas, permitiendo
absorber no solo, mayor cantidad de nutrientes,
sino también de agua.
Tabla 1. Resultado del
conteo de esporas en el sustrato
Análisis
del comportamiento de la dinámica
de humedad en el sustrato
La Figura 1A presenta el
comportamiento de la humedad en el sustrato
a partir de la fase de inicio de floración
y fructificación del cultivo. Se
puede observar que el promedio de la humedad
volumétrica en el sustrato se mantuvo
cercana a los límites fijados para
cada tratamiento (65 y 90% Cc), excepto
en el mes de junio y la primera década
del mes de julio. En este período
la humedad volumétrica en el sustrato
fue mayor con valores entre 0,30 y 0,32
cm3/cm3, para el tratamiento de 65% de la
Cc y entre 0,40 a 0,44 cm3/cm3 para el 90%
de la capacidad de campo.
Por tanto; los valores de la humedad en
el sustrato se incrementaron en ambos tratamientos,
alcanzando valores promedios de 71 y 96%
de la capacidad de campo, respectivamente.
Figura 1. A: Valores promedios de la humedad
volumétrica en el sustrato y B: Comportamiento
decenal de las precipitaciones durante el
estudio (a partir del inicio de la floración
fructificación).
El incremento de la humedad
volumétrica en el sustrato se relaciona
con la mayor influencia de las precipitaciones
(Figura 1B).
En la Tabla 2 se muestran
los resultados de las dosis y el número
de riegos aplicados por cada fase fenológica
del cultivo en las condiciones de estudio.
Como se observa, el mayor número
de riegos y cantidad de agua aplicada ocurrió
durante el período del trasplante
e inicio de la floración en dependencia
al límite productivo empleado, donde
todos los riegos se efectuaron hasta alcanzar
la capacidad de campo. Sin embargo, en la
fase de inicio de la floración y
fructificación tanto el número
de riego como la dosis de agua aplicada
tuvo en correspondencia con las variantes
de riego establecidas en el estudio (riego
hasta los límites productivos del
65% y 90% de la capacidad de campo), donde
sólo fue posible regar en el tratamiento
de 90% Cc con un número de 5 riegos
y una dosis total de 114 mm de agua. Es
importante señalar que durante este
periodo las lluvias frecuentes ejercieron
influencia, fenómeno que también
se presentó en la fase de maduración
y cosecha, siendo innecesaria la aplicación
del riego en esta fase cuando el cultivo
requiere menor cantidad de agua (Doorenbos
y Kassam, 1980).
La Tabla 3 compara los
indicadores económicos de la producción
en cada tratamiento utilizado en el estudio.
Se observa que los costos de producción
varían entre tratamientos debido
al efecto producido por la variación
de los costos de la energía eléctrica,
el agua y los biofertilizantes. Por su parte,
el valor de la producción se diferencia
también entre los tratamientos, por
concepto del aumento del rendimiento total,
en aquellos donde se aplicaron las inoculaciones
con HMA. Este aumento determinó beneficios
netos entre US$ 13.514 y US$ 18.118/ha,
con los mayores valores de beneficio para
el tratamiento con G. mosseae, que alcanzó
una diferencia de más de US$ 6.000/ha
con respecto al testigo en el tratamiento
de menor ingreso de agua.
Consecuentemente la relación
beneficio – costo mostró también
diferencias entre los tratamientos con HMA
con respecto al testigo, con valores entre
1,35 y 1,82 $/$; los mayores valores se
encontraron para el tratamiento con G. mosseae
que alcanzó una relación de
más de 1.8 pesos por peso gastado
en la producción en ambos tratamientos.
En este sentido, es importante resaltar
la eficiencia de este fertilizante biológico
aun en condiciones de bajo suministro de
agua (riego al 65% Cc), teniendo en cuenta
la diferencia entre el agua total aplicada
por riego con respecto al tratamiento de
mayores ingresos (riego al 90% Cc), que
conlleva a un ahorro de 1.140 m3 /ha (114
mm) y la disminución del costo de
la energía por la reducción
del tiempo de bombeo del motor.
Los análisis de la valoración
económica en este estudio muestran
que existe una viabilidad económica
en la gestión productiva; esto indica
la posibilidad en la utilización
de una estrategia en el manejo del riego
con el empleo de la tecnología de
riego deficitario y la fertilización
biológica con micorrizas para incrementar
los rendimientos en el cultivo del pimiento
en condiciones de organopónicos,
mediante la reducción de los límites
productivos en estrecha relación
con la fisiología del cultivo, aplicada
en la fase del inicio de la floración-fructificación
en la época de primavera sin llegar
a comprometer los resultados de la producción
final. Esto puede constituir una alternativa
desde el punto de vista
Tabla 2. Régimen
de riego por fases de desarrollo del cultivo
estudiado
Tabla 3.Comparación
de indicadores económicos del rendimiento
por tratamientos
económico, social
y medioambiental, fundamentalmente en aquellas
áreas sembradas de pimiento con dificultades
de escasez de agua, donde se puedan reducir
los aportes hídricos con el mínimo
impacto posible sobre la producción.
4. CONCLUSIONES
. La utilización de las cepas micorrízicas
Glomus hoi-like y Glomus mosseae y dosis
de riego de 248 y 362 mm de agua en el cultivo
de pimiento Verano 1 incrementaron significativamente
los rendimientos en el organopónico
en relación al testigo, por cuanto
se lograron producciones en el rango de
8,2 a 9,81 T/ha.
. Los tratamientos de micorrizas
con diferenciación en el manejo de
riego constituyeron alternativas económicas
de producción en el pimiento, aunque
el uso del Glomus mosseae superó
las expectativas al permitir que se obtuvieran
los mayores beneficios netos (US$ 17.660
y US$ 18.117/ha).
. El empleo de hongos micorrízicos
arbusculares en la producción de
pimiento, en situaciones de deficiencia
hídrica en la fase de floración-fructificación
puede constituir una de las opciones a considerar
de siembras en períodos no óptimos
en los organopónicos.
. El empleo de micorrizas
ayuda a la conservación de la humedad
en el cultivo, reduciendo las exigencias
de riego.
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