RESUMEN
Las lluvias atípicas
que se presentaron
en Colombia y Venezuela
en el año 2010
tienen su inicio en
el mes abril pero
sólo hasta
septiembre se definió
la función
que desempeña
el Sistema Semipermanente
de Alta Presión
(SSAP) del océano
Pacífico Oriental
del Norte que se desplazó
hasta el Occidente
del Mar Caribe (MC),
etapa en la cual las
ondas del Este no
pudieron seguir su
camino hacia Centroamérica
o a la Península
de Yucatán
sino que empezaron
a descomponerse en
dos partes: una de
ellas se dirigió
hacia el norte y se
incorporó a
la circulación
del SSAP del Atlántico
y la otra se movió
hacia el Norte de
Sudamérica
(Venezuela y Colombia)
principalmente y se
incorporaron a la
circulación
del SSAP del Hemisferio
Sur, influido por
el fenómeno
de la Niña,
originando precipitaciones
intensas en el Noroeste
de América
del Sur y más
tarde se desplazaron
hacia Brasil y Perú.
Este
desplazamiento fue
una consecuencia de
las variaciones climáticas
que se tuvieron en
el período
2005-2010 debidas
a las alteraciones
del mínimo
de manchas solares
en la interfase de
los ciclos solares
23avo y 24avo.
Estas
precipitaciones históricas
no fueron debidas
a lo que se ha llamado
cambio climático.
Palabras
Clave
Ciclo solar, lluvias,
ondas Este
ABSTRACT
Atypical
rains that occurred
in Colombia and Venezuela
got their start in
April 2010 but in
September defined
the role of the semi-permanent
high pressure system
(SHPS) in the North
Eastern Pacific Ocean
that traveled to the
West of Caribbean
Sea (CS), stage at
which the waves of
this could not continued
they journey to Central
America or the Yucatan
Peninsula but began
to decompose into
two parts: one went
North joined the circulation
(SSAP) Atlantic and
the other move to
the North of South
America ( Venezuela
y Colombia) and joined
mainly circulation
(SSAP) in the Southern
Hemisphere influenced
by the La Niña
phenomenon causing
heavy rainfall of
Northwestern of South
America later moving
to Brasil and Peru.
This
shift was a consequence
of climatic variations
that were taken in
2005-2010 due to changes
in the sunspots minimum
at the interface of
the 23rd solar cycle
and 24th.
This historical precipitation
were no due to what
has beencalled climatic
change.
KEY
WORDS
Sun cycle rain easterly
waves
1.
INTRODUCCIÓN
Históricamente
se ha percibido que
cuando existen perturbaciones
en el ciclo solar
de once años
durante la faceta
del mínimo
de manchas solares
se provocan anomalías
en el clima del planeta
(Asakura y Katayama,
1958), como fue el
caso de la última
anomalía solar
que inició
el 11 de Octubre de
2004 y culminó
en Octubre del 2010,
de acuerdo con las
observaciones de la
NASA.
De
la gran diversidad
de variaciones climáticas
que han ocurrido en
nuestro planeta por
ausencia de manchas
solares (Figura 2)
se distingue el período
1640-1715, identificada
como el Mínimo
de Maunder, dentro
del cual se generó
la pequeña
edad del hielo.
En este período
el río Támesis
de Londres se congelaba
y se empleaba como
pista de patinaje.
En
la Figura 2 también
se observa que durante
la segunda década
de los siglos XVII,
XVIII, XIX y XX el
número de manchas
solares llega a anularse
en forma similar a
lo acontecido en el
siglo XXI; esto último
se percibe en la Figura
3, que describe el
comportamiento de
las manchas solares
para los ciclos 23avo
y 24avo del sol, donde,
además, se
incluye el pronóstico
de la NASA de las
manchas solares, cuya
finalización
se espera en la vecindad
de los años
2019-2020.
2. LAS LLUVIAS
EXTREMAS DEL PERÍODO
2005-2010.
Las
variaciones climáticas
contemporáneas
(2005-2011) han sido
debidas a la anomalía
existente entre los
ciclos
solares 23avo y 24avo,
ya que en la interfase
de estos ciclos se
prolongó la
ausencia de manchas
solares. En
el continente americano,
Albrecht et al. (1969)
y Herman y Goldberg
(1978) percibieron
que en el período
de mínimo de
manchas solares se
detecta una persisten
Figura
2. Variación
de las manchas solares
con el tiempo desde
1610 a 2000.
cia de que al menos
un ciclón tropical
con nombre penetra
por la Península
de Yucatán,
México. Buendía
et al . (2005) manifestaron
que este fenómeno
sólo ocurre
si no existe el fenómeno
de El Niño,
ya que los movimientos
descendentes sobre
el océano Atlántico
provocados por este
fenómeno disminuyen
notablemente la generación
de ciclones tropicales.
Más tarde,
Buendía (2010)
detectó que
el incremento de posibilida-
Figura
3. Variación
de las manchas solares
durante el ciclo solar
23avo e inicios del
24avo. Se anexa el
pronós tico
de la NASA hasta la
terminación
de este ciclo.
des
de que se impacten
los ciclones tropicales
con nombre es posible
debido a que el SSAP
del Océano
Atlántico del
Norte aumenta sus
dimensiones horizontales
Este -Oeste en este
período y,
además, está
más cercano
a la Zona Intertropical
de Convergencia ubicada
al Norte de Sudamérica.
Como un resultado
de este acomodamiento
de los sistemas climatológicos
se disminuye el canal
sobre el cual se desplazan
las ondas del Este
provenientes de África
y viajan directamente
no sólo a la
península de
Yucatán sino
también a Centroamérica.
En estas condiciones
se provocan precipitaciones
intensas
Figura
4. El Alta semipermanente
del Océano
Atlántico recurvando
en el interior de
la República
Mexicana el día
05 de Junio de 1998
a las 00:00 UTC.
en
el norte de Sudamérica,
Centroamérica
y México, como
se aprecia en la Figura
4 por medio de la
imagen satelital de
la NOAA durante el
valle del ciclo solar
22avo el 5 de Junio
de 1998 a las 00:00Z.
En esta imagen también
se aprecia la extensión
horizontal Este-Oeste
del SSAP del Océano
Atlántico del
Norte.
En el año 2010,
las ondas del Este
se desplazaron hacia
el Continente Americano
hasta mediados del
mes de septiembre
por el cinturón
tropical ciclogenético
(Figura 5). En esta
figura se pueden apreciar
las ondas del Este
en el océano
Pacífico Occidental,
en el océano
Índico, en
el sur de la India,
en África,
en el océano
Atlántico y
la última
de ellas está
haciendo contacto
con la península
de Yucatán.
También es
notoria la gran extensión
horizontal Este- Oeste
de los SSAP alrededor
del planeta.
Este desplazamiento
teórico perfecto
de las ondas del Este
depositaron grandes
cantidades de precipitación
en diversos Estados
de México,
las cuales provocaron
inundaciones históricas
con pérdidas
millonarias; este
acontecimiento también
se presentó
en los años
2005, 2007, 2008,
2010 y finalmente
en 2011.
Si
se restablece el ciclo
solar 24avo tal y
como aparenta,
Figura
5. Imagen satelital
Noche y Día
de la NOAA del 13
de septiembre de 2010
a las 00:00Z
este tipo de precipitaciones
extremas no se presentarán
hasta que se llegue
al final de este ciclo
programado para 2019
o 2020; por lo tanto,
México cuenta
con tiempo para realizar
la infraestructura
necesaria para transportar
los excesos de agua
a regiones del país
donde se necesita.
Hemos cruzado México
de Norte a Sur y de
Este a Oeste distribuyendo
petróleo y
energía eléctrica,
ahora es necesario
hacerlo con el agua.
Este
comportamiento de
las ondas del Este
fue similar en el
período 2005-2011
y solamente en los
años 2006 y
2009 no se crearon
precipitaciones extremas
debido a que se presentaron
fenómenos de
El Niño débiles
que provocaron sequías
en México y
en algunas regiones
de Sudamérica.
Como el SSAP del Océano
Atlántico en
las temporadas de
los valles de los
ciclos solares de
once años se
encuentra más
hacia el Sur y la
generación
de ciclones tropicales
provenientes de África
al atravesar el Mar
Caribe sus bandas
o sus centros de baja
presión aumentan
las lluvias en Colombia
y Venezuela.
En este período
2005-2011 se ha tenido
una producción
de ciclones tropicales
intensa, en el año
2005 se impuso el
récord en cantidad
de 27 ciclones tropicales
con nombre, entre
ellos tres depresiones,
dejando atrás
la antigua marca de
21 ciclos en 1933.
En 2010 se igualó
la marca de 1933 (21),
sólo que en
ésta se consideran
dos depresiones tropicales,
por lo que se puede
decir que igualó
la marca de 19 ciclones
tropicales con nombre
de los años
1995 y 1887.
En
todos los años
de este período
los ciclones tropicales
con nombre estuvieron
por arriba de la media
(10) a pesar de la
existencia del fenómeno
de El Niño,
11 en 2006 y 11 en
2009; en este último
año se incluyen
dos depresiones tropicales.
Fuera de temporada
de El Niño
se tuvieron 17 ciclones
en 2007 con 2 depresiones
tropicales, 17 en
2008 y, finalmente,
en 2011 se tuvieron
19, uno de ellos depresión
tropical, lo cual
representa 126 ciclones
en seis años
consecutivos, marcando
un registro récord
que dejó una
huella no deseada
por la gran cantidad
de desastres que se
produjeron.
En
el año 2010
este patrón
de circulación
fue reforzado por
el fenómeno
de La Niña,
que se refleja en
un incremento del
desarrollo vertical
de los sistemas ciclónicos
del océano
Atlántico,
provocando la generación
de 19 ciclones tropicales
con nombre, de los
cuales 12 se transformaron
en huracanes, muchos
de los cuales se generaron
desde las Islas de
Cabo Verde y al pasar
por las Islas de Sotavento
estuvieron incrementando
su intensidad y sus
bandas de circulación
afectaron ampliamente
a Colombia y Venezuela,
como fueron los casos
del quinto huracán
Earl en agosto, Karl
y Mathew, en septiembre
y Tomás en
octubre, cuyas bandas
de circulación
incrementaron los
efectos de los frentes
cálidos que
se generan en el Golfo
de Venezuela y el
Lago Maracaibo, provocando
lluvias intensas.
Estas precipitaciones
ocasionaron un incremento
en el número
de damnificados, que
ya para el mes de
agosto fue de más
de 10 000 en el departamento
de la Guajira en Colombia
y para finales de
la temporada de los
ciclones tropicales
se tuvieron en Colombia
más de 700
000 damnificados.
Para inicios del mes
octubre el SSAP del
océano Pacífico
se desplazó
hasta la parte occidental
del MC por lo que
las ondas del Este
proveniente de África
se impactaron con
este Sistema y se
descompusieron en
dos partes, una hacia
el Atlántico
Norte y la otra hacia
el sur en el Norte
de Sudamérica
reconfirmando un incremento
anómalo en
la precipitación
sobre Las Anti llas,
Venezuela, Colombia
y noreste de Brasil,
tal y como se muestra
en la Figura 6 del
01 de octubre de 2010
a las 00:00Z.
Para el día
02 de octubre a las
00:00Z (Figura 7)
se aprecia el acumulamiento
de nubes en la zona
de impacto con el
SSAP, por lo que se
incrementaron las
celdas convectivas
en Venezuela, Colombia
y Brasil, generando
intensas precipitaciones
diariamente, de acuerdo
con las imágenes
satelitales de los
días 3, 4 y
5 de octubre (Figura
8). Estas lluvias
se acumularon a las
ya recibidas desde
el mes de abril y
al encontrarse con
suelos saturados inmediatamente
continuaron las inundaciones
y deslaves en los
estados de Miranda,
Falcon, Vargas, Sucre,
Carabobo, Zulia. Trujillo,
Anzoástegui,
Nueva Esparta, Distrito
Capital y Yaracuy
en Venezuela y en
Colombia se vieron
afectados los departamentos
de la Guajira, Valle
de Cauca, zona Atlántica,
Bolívar, Córdoba
y Cundinamarca, entre
otros.
La
llegada de humedad
siguió estando
presente y para el
26 de octubre a las
00:00Z en el norte
de Sudamérica
persistía una
intensa actividad
vorticial ciclónica
que se había
originado desde el
16 de octubre (Figura
9a), la cual generó
una amplia zona de
precipitación,
(Figura 9b) y simultáneamente
se estaba formando
el futuro huracán
Tomás en el
centro del Atlántico
en octubre 26 con
cuatro vórtices
ciclónicos,
cuya interacción
tetravorticial generó
un ciclón de
magnitud mayor, tanto
en dimensiones como
en intensidad, en
forma similar a los
huracanes binarios
(Lander y Holland;
1993;. y
Figura
6. Imagen satelital
Noche y Día
del 01 de Octubre
de 2010 a las 00:00Z
Figura
7. Imagen satelital
Noche y Dia del 02-10-2010
a las 00:00Z
l.;
(2007).
Este sistema tetravorticial
tuvo un comportamiento
similar al huracán
Beatriz de 1993 (Buendía
et al., 2004 ), tal
y como se aprecia
en la Figura 9c del
día 29 de octubre
a las 00:00Z al norte
de Guyana.
Las causas de las
lluvias atípicas
acontecidas en Colombia
y Venezuela fueron
debidas a la inestabilidad
que provocó
la interfase de los
ciclos solares 23avo
y 24avo, en forma
similar a lo acontecido
en México durante
el período
2005 – 2010;
seis años se
mantuvo en mínimo
de manchas solares,
originando desplazamiento
de aciclones
tropicales con nombre
pero principalmente
sin
él, lo que
bañaron con
una gran cantidad
de precipitación
a ambos países
en los años
2005, 2007, 2008 y
2010. Sólo
no existieron inundaciones
cuando el fenómeno
de El Niño
estuvo presente en
los años 2006
y 2009. Durante la
etapa de sequía,
Venezuela intentó
sembrar nubes para
romper este fenómeno,
pero naturalmente
sus resultados no
fueron positivos debido
a que no tenían
nubes por los efectos
descendentes de la
circulación
de Walker que acompañan
al fenómeno
de El Niño.
3
de Octubre de 2010,
00:00 Z
4
de Octubre de 2010,
00:00 Z
5
de Octubre de 2010,
00:00 Z
Figura
8. Imágenes
satelitales
de los días
3, 4 y 5 de
octubre 2010
a las 00:00Z
.
16
de Octubre de
2010, 00:00
Z
26
de Octubre de
2010, 00:00
Z
29
de Octubre de
2010, 00:00
Z
Figura
9. Imágenes
satelitales Noche
y Día de
los días
16, 26 y 29 de octubre
2010 a las 00:00Z
.
En
general, en el cinturón
de las latitudes tropicales
se generaron desastres
hidrometeorológicos
debidos a las perturbaciones
del sol, tal y como
acontece cada once
años en promedio,
y los desastres más
severos al respecto
se manifiestan cada
100 años. Naturalmente
que el llamado cambio
climático no
intervino para que
se presentaran estos
fenómenos.
En el año 2011
ya se acercó
el Sol a su máximo
de manchas solares
con lo que el ciclo
solar 24avo queda
completamente establecido
y las próximas
lluvias torrenciales
serán hasta
el período
2018-2020, cuando
se tenga el próximo
mínimo de manchas
solares.
3. AGRADECIMIENTOS
Los autores agradecen
la participación
desinteresada de los
técnicos Francisco
Villicaña Cruz
y Enrique Azpra Romero.
4. REFERENCIAS
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