RESUMEN
El desarrollo sostenible es punto de referencia
en el ámbito político y académico
en la discusión sobre políticas
y proyectos de desarrollo; sin embargo,
sigue siendo interpretado de manera diversa
y contradictoria. Por eso es importante
aclarar y precisarlo en las condiciones
de América Latina. En este artículo
se presenta el enfoque integral y 15 principios
de desarrollo sostenible, elaborado por
un grupo de investigadores de la Comunidad
Helmholtz de Centros de Investigación
Alemanes. Los 15 principios son interpretados
por el autor teniendo en cuenta la realidad
latinoamericana.
PALABRAS CLAVE
Desarrollo sostenible, principios del desarrollo
sotenible
ABSTRACT
Sustainable development is reference point
for politicians and academics in discussions
about development politics and projects.
It is still interpreted in diverse and contradictory
manner. Thus it is so important to illuminate
and precise the concept under the conditions
of Latin America. In the article is presented
the integral vision and 15 principles of
sustainable development, elaborated by a
group of investigators of the Helmholtz
Community of German Centers of Investigation.
The principles are commented by the author
in relation to the Latin-American reality.
KEYWORDS
Sustainable development, development principles
Soteno
1. INTRODUCCIÓN
Desde el llamado Informe Brundtland (Naciones
Unidas, 1987) y la Conferencia de las Naciones
Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo
en Río de Janeiro (1992) está
aceptado mundialmente el concepto de desarrollo
sostenible en el ámbito político
y científico como punto de referencia
en las discusiones sobre desarrollo. Pero
sigue existiendo una amplia gama de interpretaciones
diferentes, hasta contradictorias y mutuamente
excluyentes (Brugger y Lizano, 1992; Goodland
et al., 1994; Naciones Unidas, 1987, 1992,
2000; Jacobs, 1995; Ecofondo / Cerec, 1996;
Ocampo, 1999) Kopfmüller et al, 2001;
Gallopin, 2003; Gligo, 2006; Díaz
y Escárcega, 2009). Por eso es tan
importante precisar el concepto y hacerlo
práctico para su uso en las circunstancias
de América Latina.
Una contribución extraordinaria para
aclarar el concepto de desarrollo sostenible
realizó un grupo multidisciplinario
de investigadores en el marco de la Helmholtz-Gemeinschaft
deutscher Forschungszentren (Comunidad Helmholtz
de Centros de Investigación Alemanes).
(Kopfmüller y otros, 2001). Su enfoque
integral y sus 15 principios sustanciales
son muy útiles para precisar el desarrollo
sostenible en América Latina. Son
presentados, argumentados e interpretados
a continuacion teniendo en cuenta la realidad
de esta regíon.
2. PUNTO DE PARTIDA DEL ENFOQUE
INTEGRAL DE DESARROLLO SOSTENIBLE
El punto de partida lo constituye el papel
de las tecnologías, con las que los
seres humanos hemos cambiado y seguimos
cambiando el mundo. El uso de productos
o servicios crea flujos de materiales y
de energía que tienen repercusiones
en el entorno natural. Dejamos un mundo
diferente a las futuras generaciones como
consecuencia del uso de la máquina
de vapor, de Internet, de la televisión,
del automóvil y de otras tecnologías.
Dejamos residuos y usamos recursos naturales
que para futuras generaciones estarán
agotados (por ejemplo el petróleo).
Dejar este tipo de huellas no es algo nuevo
en la historia de la humanidad: ya en Inglaterra
y en Grecia, por ejemplo, se pueden ver
las montañas deforestadas porque
en algún momento de su historia hubo
una tala sistemática de árboles
para la construcción de sus barcos
de madera – que fue la tecnología
disponible en su momento. Los cambios futuros
del mundo dependen en buena parte de las
tecnologías usadas. La intervención
del ser humano en el medio ambiente es principalmente
de dos tipos: extraemos recursos naturales
renovables y no renovables, y dejamos todo
tipo de residuos gaseosos, sólidos
y líquidos. Durante casi la totalidad
de la historia humana se pensó poder
ignorar los efectos negativos de estas actividades,
por la supuesta abundancia de los recursos
naturales y espacio suficientemente grande
disponible para la cantidad de los residuos.
Y en caso de problemas se esperaban soluciones
mediante nuevas tecnologías. Este
optimismo tecnológico ha desaparecido.
Problemas como el calentamiento global,
la contaminación del aire en las
ciudades, del agua de los mares y ríos,
el previsible fin de algunos recursos naturales
no renovables (por ejemplo, el petróleo
y al gas natural), dejaron en claro que
ya no se pueden ignorar los límites
físicos de nuestra tierra. Con el
“ideal” de desarrollo sostenible
se pretende aclarar cómo queremos
vivir nosotros hoy en día, y en que
estado y con qué ´cara´
queremos entregar nuestro planeta a futuras
generaciones.
3. EL CARÁCTER Y LOS ELEMENTOS
SUSTANCIALES DEL DESARROLLO SOSTENIBLE
El interés principal del concepto
de desarrollo sostenible es la satisfacción
justa de las necesidades humanas en la tierra,
pensando especialmente en la justicia entre
las generaciones actuales y futuras.
3.1.
Las dimensiones del desarrollo sostenible
En
la discusión sobre desarrollo sostenible
se debe enfatizar en la estrecha relación
e interdependencia entre los desarrollos
ambiental / ecológico, social, económico
/ financiero, político / institucional
y cultural. (Díaz y Escárcega,
2009). Se habla al respecto de las ¨dimensiones¨
del desarrollo sostenible. Una de las comprensiones
básicas de la discusión sobre
desarrollo sostenible es que para conceptuar
y poderlo realizar es imprescindible un
enfoque estratégico integral de las
diferentes dimensiones. Enseguida se explican
algunos elementos de las dimensiones mencionadas.
La
dimensión ambiental – ecológica
En la historia de la humanidad siempre ha
habido problemas o catástrofes ambientales.
Lo nuevo de la relación ser humano
– naturaleza a comienzos del Siglo
XXI es que la intervención del ser
humano y sus efectos han llegado a tales
dimensiones que afectan la totalidad de
la tierra, poniendo en peligro hasta la
base natural de la misma existencia humana.
El calentamiento global con sus efectos
de cambio climático es el ejemplo
que actualmente más preocupa a escala
mundial.
La mayoría de los participantes en
la discusión sobre el desarrollo
sostenible comparte la posición que
es necesario usufructuar los recursos naturales
de manera responsable, pero que no es posible
reemplazar el “capital natural”
por capital artificial porque los recursos
naturales y los ecosistemas cumplen funciones
irremplazables, por ejemplo, en los ciclos
bioquímicos o en la fotosíntesis
que ningún capital artificial podría
prestar a la vida (humana) en el planeta.
Por eso se deben evitar las intervenciones
en la naturaleza que causarían daños
irreversibles (Kopfmüller et al., 200).
La
dimensión social
En la dimensión social de la sostenibilidad
se trata de definir los principios para
crear relaciones y condiciones sociales
justas en un país o en una sociedad.
En el centro del enfoque se encuentran los
bienes sociales básicos que son vistos
como imprescindibles para una sociedad justa.
Entre ellos se encuentran bienes individuales,
como la vida misma, la salud, la satisfacción
de las necesidades básicas (alimentos,
vestido, vivienda, derechos políticos
elementales), y recursos sociales, como
son la tolerancia, la solidaridad, la capacidad
de integración social, la orientación
hacia el bien común, el sentido de
derecho y justicia y las condiciones para
una vida digna individual; son descritos
ampliamente como derechos humanos. La satisfacción
de las condiciones básicas de la
vida permitiría al individuo desarrollar
sus capacidades para diseñar activa
y productivamente una vida segura, digna
y autónoma (Kopfmüller et al.,
2001).
La
dimensión económica
El sistema económico es uno de los
sistemas parciales de la sociedad. Está
compuesto por los actores principales (hogares,
empresas, el y Estado). Su objetivo y función
es la producción de bienes y servicios,
de permitir con los ingresos la satisfacción
de las necesidades materiales de los miembros
de la sociedad, de asegurar la existencia
de una sociedad y de contribuir al bienestar
de la población y de la sociedad
como un todo.
El proceso económico es determinado
por las condiciones y normas de un sistema
económico específico (economía
de mercado o planificada, por ejemplo),
la combinación de los factores de
producción (trabajo humano recursos
naturales capital creado por el hombre conocimientos),
la distribución de los recursos e
ingresos entre los actores y las condiciones
específicas del tamaño de
la población (geográficas
y climáticas de un país o
de una región). Con respecto al desarrollo
sostenible, el principio económico
(en la economía de mercado) dice
que la producción se debe realizar
con el mínimo de insumos y costos;
bajo criterios ambientales se debe evitar
despilfarros de insumos, un postulado importante
conocido como “eco-eficiencia”
(Brugger y Lizano, 1992; De O´Roxo,.1992;
Kopfmüller et al., 2001).
La
dimensión institucional-política
del desarrollo sostenible
Realizar el desarrollo sostenible requiere
grandes cambios en el comportamiento de
las personas, de las empresas y de los actores
estatales. Significa que se debe, de alguna
manera, regular el comportamiento de individuos
y colectivos a través de instituciones
(en un amplio sentido del término:
normas, leyes, costumbres, rutinas, creencias,
valores compartidos, parlamentos, instituciones
estatales, organizaciones no gubernamentales,
etc.). Para que las instituciones tengan
vigencia y sean aceptables para todos es
necesario que sean vistas por las personas
como aceptables, obligatorias y de carácter
ejemplar. En los documentos de las Naciones
Unidas, en especial en el Programa 21, se
encuentran múltiples referencias
a la dimensión política -
institucional del desarrollo sostenible.
Se enfatiza expresamente en la participación
de los ciudadanos en los procesos. “Sostenibilidad
es un proyecto de sociedad, que debido a
la dinámica y complejidad de sus
dimensiones ecológica, económica
y social; no puede ser definida completa
e indiscutiblemente para siempre. Al contrario,
deben encontrar sus actores, organizaciones,
instituciones, círculos de discusión
e individuos con su visión del mundo
particular, sus identidades e intereses,
las formas sostenibles de producción
y de vida en el camino.” (Kopfmüller
et al, 2001).
3.2.
El enfoque integral de desarrollo sostenible
Para
los investigadores alemanes, es imprescindible
la integración a-priori de las dimensiones
social, económica, ambiental e institucional
del desarrollo sostenible, presentadas anteriormente,
por razones pragmáticas y basadas
en la teoría de justicia.
Los bienes básicos no se pueden relacionar
únicamente con una de las dimensiones,
sea ambiental, social, económica,
del desarrollo sostenible; tienen siempre
relación con varias a la vez. Un
ejemplo: Se puede utilizar el bien ambiental
¨bosque tropical¨ para extraer la
madera para la preparación de la
comida, talar los árboles para obtener
ganancias económicas, mantener el
bosque intacto como hogar de la biodiversidad
en favor de generaciones futuras, o para
usarlo en un proyecto de eco-turismo. Si
se quiere reflejar adecuadamente esta complejidad
se debe integrar ya de antemano a nivel
analítico las dimensiones del desarrollo
sostenible. (Kopfmüller et al., 2001)
.
No es posible justificar las medidas de
desarrollo sostenible y los posibles conflictos
entre diferentes dimensiones desde adentro
de las dimensiones. Un ejemplo: En el Valle
del Cauca, Colombia, existe el conflicto
alrededor de la construcción de un
puerto de aguas profundas en Bahía
Málaga, en la costa pacífica.
Desde el punto de vista ambiental-ecológico
se argumenta que la zona representa un ecosistema
de extraordinaria riqueza que debe ser protegido.
Desde el punto de vista económico
se dice que el puerto es necesario para
aumentar la competitividad y facilitar el
acceso a los mercados de Asia. Desde el
punto de vista social se enfatiza en los
ingresos del eco-turismo que reciben los
habitantes de la zona por la visita de las
ballenas en sus costas. Para poder discutir
y decidir en este tipo de conflicto es necesario
disponer de criterios en un nivel más
elevado que pueda cubrir todas las dimensiones
a la vez. Es imprescindible hacer referencia
a valores normativos, con base en criterios
filosóficos o éticos, porque
sólo así se pueden tomar decisiones
argumentadas en caso de conflictos entre
objetivos en diferentes dimensiones. La
referencia a valores éticos o filosóficos
es necesaria porque el desarrollo sostenible
no se puede verificar y comprobar con los
métodos de las llamadas “ciencias
exactas”. No es como una “ley
física”; El desarrollo sostenible
es un “ideal”, una visión
del estado deseado de una sociedad, de un
país o del mundo entero.
El
punto de referencia para resolver este tipo
de conflictos y controversias sobre políticas
y medidas concretas hacia el desarrollo
se encuentra en las grandes orientaciones
definidas en documentos de las Naciones
Unidas. Como elementos constitutivos del
desarrollo sostenible se definen la justicia
intra - e intergeneracional, su orientación
global y su enfoque antropocéntrico.
Para el Informe Brundtland (Naciones Unidas,
1987) el desarrollo es sostenible cuando
se pueden satisfacer las necesidades de
las generaciones actuales sin poner en peligro
la satisfacción de las necesidades
de futuras generaciones; cuando la Comisión
Brundtland habla de las necesidades, se
está refiriendo a las necesidades
básicas. La pobreza es un mal en
sí. Sin la eliminación de
la pobreza no puede haber desarrollo sostenible.
Tener niveles de vida por encima de la satisfacción
de las necesidades básicas sólo
es aceptable dentro de las limitaciones
ambientales de la tierra; los países
con población en condiciones de pobreza
deben tener un acceso justo a los recursos
naturales a nivel internacional. Pero la
sostenibilidad se refiere también
a la justicia social dentro de las generaciones
actuales.
La
justicia intra e intergeneracional
El primer elemento constitutivo del desarrollo
sostenible es la justicia. La idea de la
justicia se basa en la convicción
de que en la adjudicación de derechos
y obligaciones, en la distribución
de bienes y cargas en la distribución
de los resultados de los esfuerzos de todos
en una sociedad no debe haber diferencias
arbitrarias. La justicia se aplica a individuos
y a instituciones colectivas.
En las controversias sobre los conceptos
de justicia se define una sociedad como
justa cuando para todos, hoy y en el futuro,
existe la posibilidad de llegar al mismo
nivel de bienestar. Otros criterios son
la igualdad de oportunidades, el derecho
a ser reconocido y tratado con dignidad,
la disponibilidad de lo necesario para la
realización de los planes individuales
de vida y la posibilidad de llegar a condiciones
deseadas de vida (por ejemplo: poder vivir
sanamente) (Kopfmüller et al., 2001).
La
orientación global
La
perspectiva de ¨un solo mundo¨ es
constitutivo para el desarrollo sostenible
que está visto en los documentos
de las Naciones Unidas y en el Informe Brundtland
como el reto más importante para
la sociedad mundial. Especialmente para
la satisfacción de las necesidades
básicas y la protección del
medio ambiente se necesita la cooperación
internacional. Esta orientación global
de desarrollo sostenible se puede sustentar
con referencia al concepto de justicia,
o por el carácter y las interrelaciones
globales de muchos de los problemas actuales
de desarrollo, que sólo pueden ser
resueltas con un esfuerzo global y unido.
(Naciones Unidas, 1987; Kopfmüller
et al., 2001).
El
enfoque antropocéntrico
Como
tercer elemento constitutivo para el ¨ideal¨
del desarrollo sostenible se identifica
su enfoque antropocéntrico, reflejado
ampliamente en la Declaración de
Río de Janeiro (Naciones Unidas,
1992) y en el Informe Brundtland (Naciones
Unidas, 1987).
Un antropocentrismo metódico es inevitable
en la observación del medio ambiente:
Los seres humanos sólo podemos describir
el mundo con términos humanos y desde
el punto de vista humano. Pero se debe respetar
el derecho a la vida de los otros seres
vivos en la tierra. Y por interés
propio es necesario entender que los seres
humanos formamos parte integral de la vida
en la tierra: si destruimos el medio ambiente
natural, eliminamos también una condición
imprescindible para el desarrollo sostenible,
en especial para la satisfacción
de las necesidades básicas y la realización
de una mejor vida de los seres humanos en
la tierra. (Naciones Unidas, 1987; Kopfmüller
et al., 2001).
El
sistema de objetivos del enfoque integrado
de desarrollo sostenible
Con base en la anterior definición
del carácter y de los elementos sustanciales
del desarrollo sostenible como justicia
intra- e intergeneracional, orientación
global y antropocentrismo amplio es posible
presentar enseguida el sistema de objetivos
generales del desarrollo sostenible, para
hacer el ¨ideal¨ más práctico;
los objetivos son: asegurar la existencia
humana; mantener el potencial productivo
de la sociedad; mantener las opciones de
desarrollo y actuación de la sociedad.
La justificación de estos objetivos
generales consiste en que sin asegurar la
existencia humana obviamente no puede haber
justicia en el sentido expuesto en apartes
anteriores; reducir el potencial productivo
de la sociedad dejará las generaciones
futuras en una peor posición; si
no se mantienen las opciones de desarrollo
y actuación se quitaría posibilidades
a generaciones futuras de definir su propia
vida, violando el principio de justicia
intergeneracional. Con respecto a mantener
el potencial productivo, se trata de asegurar
que generaciones futuras puedan satisfacer
sus necesidades básicas (que podrán
ser diferentes a las actuales). Se supone
que el capital natural puede ser muy limitadamente
reemplazado por capital artificial. Con
respecto a mantener las opciones de desarrollo
y actuación de generaciones futuras
no sólo se trata de las necesidades
materiales, sino también de las inmateriales,
entre ellas la integración en contextos
culturales y sociales, la comunicación,
la educación, las experiencias estéticas,
tener tiempo libre para el descanso. Sólo
si estas necesidades son también
satisfechas, se puede hablar de asegurar
la existencia humana sostenible y digna.
Todos
los anteriores argumentos se transforman
en un conjunto de principios que definen
las condiciones mínimas para poder
hablar de desarrollo sostenible en una sociedad,
un país, un continente y en el mundo
entero.
4. Principios
sustanciales de desarrollo sostenible interpretados
con la mira en América Latina
Para precisar lo que sería el desarrollo
sostenible se definen los siguientes 15
principios sustanciales u orientaciones
generales que deberían guiar las
políticas de desarrollo y las medidas
concretas para lograrlo . En las explicaciones
se hace referencia a las condiciones de
América Latina.
Existen también
principios instrumentales con los cuales
se pretende definir cómo se podría
lograr el desarrollo sostenible. Por falta
de espacio no serán tema en este
artículo.
4.1. Objetivo 1: Asegurar la existencia
humana
Asegurar la existencia humana es la más
básica de las
Tabla
1. Los tres objetivos generales y los principios
para definir el desarrollo sostenible (Kopfmüller
et al., 2001)
O
B J E T I V O S
condiciones
para el desarrollo sostenible. Significa
obviamente la protección de la salud
humana y la satisfacción de las necesidades
básicas. También se incluye
la posibilidad de las personas de asegurar
autónomamente su existencia, la distribución
justa del acceso a los recursos naturales
y de su uso y el equilibrio de las diferencias
extremas entre ingresos y propiedad de bienes
(Kopfmüller et al, 2001).
Principio
1: Se deben evitar peligros y riesgos
no justificables para la salud humana como
consecuencia de impactos ambientales negativos
causados por el ser humano.
La protección de la salud humana
se basa en el enfoque antropogénico
del desarrollo sostenible: se pretende proteger
el medio ambiente no para sí mismo,
sino como base de la vida humana. Por eso
se ha declarado (inclusive en la Constitución
Colombiana, por ejemplo) el derecho a un
ambiente sano.
En América Latina, la salud humana
está amenazada, entre otros, por
la exposición y el consumo de aguas
contaminadas y no potables (Ocampo, 1999),
la contaminación del aire y el ruido,
especialmente en las ciudades (Moller, 2006),
las llamadas ¨catástrofes ambientales
- sociales¨ (deslizamientos, inundaciones,
etc.)(Cepal, 2010), los residuos sólidos
de los hogares (sin tratamiento), y los
residuos peligrosos del sector salud y de
la industria.
Principio
2: Para todos los miembros de una
sociedad se debe ga rantizar un mínimo
de satisfacción de las necesidades
básicas (vivienda, alimentación,
ropa, salud) y del aseguramiento contra
riesgos centrales de la vida (enfermedades,
invalidez).
Es importante entender que con base en la
visión de una vida digna las necesidades
básicas no sólo son materiales
sino también inmateriales. Se trata
de permitir la auto-realización de
los seres humanos. En este sentido se debe
permitir a las personas ganarse el sustento
para su vida con actividades propias y sentirse
útiles y respetados; en este sentido
no se cumple el principio arriba formulado
si la satisfacción de las necesidades
básicas materiales se hace con subsidios
por parte del Estado o de organizaciones
benéficas.
En todos los países de América
Latina y el Caribe existen muy graves deficiencias
en la satisfacción de las necesidades
básicas materiales e inmateriales,
en partes muy significativas de la población
como consecuencia de la pobreza e indigencia
generalizadas (CEPAL, 2010; Maldonado, 2005);
en muchos de los países está
afectada más de la mitad de la población
y en el campo puede llegar al 80 por ciento
y a veces más.
Principio
3: Para todos los miembros de una
sociedad se debe garantizar la posibilidad
de asegurar su existencia (incluidas la
educación de los niños y el
seguro de vejez) a través de actividades
libremente realizadas.
Este
principio hace énfasis en el trabajo
propio para asegurar la existencia, excluyendo
como solución adecuada y duradera
el pago de subsidios, porque deja al individuo
en un papel pasivo y de dependencia. Asegurarse
la existencia con el trabajo propio es tan
importante porque da sentido a la vida,
aumenta la auto-estima y la creatividad,
reduce depresiones, etc., siempre y cuando
sea reconocido su valor y contribución
a la calidad de vida y se realice en condiciones
de dignidad. En la mayoria de los paises
de América Latina y el Caribe las
condiciones están lejos de cumplir
este principio de desarrollo sostenible.
Salarios y remuneraciones de miseria, el
trabajo obligatorio (o hasta en condiciones
de esclavitud) de niños, la violación
sistemática de los derechos laborales,
el trato indigno de las personas, la supresión
de los movimientos sindicales (en Colombia
y otros países con numerosos asesinatos
de líderes sindicales), el alto índice
de desempleo y subempleo (CEPAL, 2010),
y la falta de opciones laborales para jóvenes
y personas de edad, caracterizan casi a
todos los países, a unos más
y a otros un poco menos.
Principio
4: El uso de los recursos naturales
y del medio ambiente se debe distribuir
bajo criterios de justicia y con la correcta
participación de todos los afectados.
Este
principio hace referencia a la justicia
intergeneracional: Futuras generaciones
tienen el derecho de usar los recursos naturales
y el medio ambiente de manera similar a
las generaciones actuales. Pero también
para las generaciones actuales se debe asegurar
una distribución justa del acceso,
porque sólo así se podría
eliminar la pobreza. En muchos de los países
latinoamericanos se encuentra la explotación
de los recursos naturales en manos de pocas
empresas nacionales y multinacionales y
son consumidos en los países industrializados.
Los latinoamericanos han visto destruidas
sus tierras contaminados sus ríos
sin recibir nada o casi nada de los ingresos
multimillonarios que salieran de sus países.
(Russau, 2010).
Principio
5: Las diferencias extremas en
la distribución de ingresos y la
propiedad de bienes deben ser reducidas.
Para
el Informe Brundtland y otros documentos
de las Naciones Unidas son estas desigualdades
la causa de muchos de los problemas ambientales
y sociales dentro y entre los países,
y no puede haber desarrollo sostenible sin
cerrar esta brecha. Varios de los países
latinoamericanos se encuentran entre los
que más desigualdad muestran a escala
mundial, entre ellos Colombia y Brasil (CEPAL,
2010).
Objetivo
2: Mantener el potencial productivo
de la sociedad
El desarrollo sostenible exige que las actuales
y las futuras generaciones tengan las mismas
condiciones para hacer sus vidas. Por eso
es necesario mantener el potencial productivo
de una sociedad para permitirles poder satisfacer
sus necesidades materiales.
Principio
6: El nivel de uso de los recursos
naturales renovables no debe superar su
capacidad de regeneración natural
y no debe poner en peligro la capacidad
de desempeño y funcionamiento de
los ecosistemas respectivos.
Principio
7: Se debe mantener en el tiempo
el alcance de las reservas existentes comprobadas
de los recursos naturales no renovables.
Se
debe repensar la explotación acelerada
de los recursos naturales no renovables
que son despilfarrados a favor del consumismo
de la gente en los países industrializados
y de los ricos en los países en desarrollo.
Una explotación más moderada
y en más tiempo o hasta decidir no
explotar algunos de los recursos naturales
no renovables para mantener intactos algunos
ecosistemas y bosques podría traer
mas beneficios a mediano y largo plazo para
la población y el país.
Principio
8: La liberación de residuos
y emisiones en todas sus formas no debe
superar la capacidad de recepción
del medio ambiente y de los ecosistemas.
Principio
9: Se deben evitar riesgos tecnológicos
que podrían tener consecuencias catastróficas.
Principio
10: Se debe desarrollar el capital
material, humano y de conocimiento, de tal
manera que se pueda mantener o mejorar la
capacidad económica.
Una
de las ¨herencias¨ que se debe dejar
a las generaciones futuras es la capacidad
económica de una sociedad, para poder
generar productos y servicios para la satisfacción
de las necesidades propias y para el mercado
mundial. En los países de América
Latina y el Caribe son obvias las graves
deficiencias con respecto a la formación
de las personas (CEPAL, 2010).
Mantener
las opciones de desarrollo y actuación
de la sociedad. El desarrollo sostenible
exige condiciones mínimas inmateriales
para la existencia humana; son imprescindibles
aspectos como la integración en contextos
culturales y sociales, la participación
en decisiones políticas, comunicación,
educación, contemplación,
experiencias estéticas, tiempo libre
y ocio para los cuales se formulan los siguientes
cinco principios.
Principio
11: Todos los miembros de una sociedad
deben tener opciones iguales con respecto
al acceso a educación, información,
empleos formales, puestos y posiciones sociales,
políticas y económicas.
Con
la igualdad de oportunidades para acceder
a los bienes básicos sociales se
pretende permitir que todos los miembros
de una sociedad sean ¨ciudadanos plenos¨,
es decir, que puedan practicar sus derechos
subjetivos de libertad y sus derechos políticos,
como también realizar los talentos
propios y los planes para la vida. Igualdad
de oportunidades significa que no exista
discriminación alguna basada en género,
religión, edad, raza ni la exclusión
social que genera el desempleo permanente
y la indigencia. En todos los países
de América Latina un porcentaje significativo
de la población está discriminada
o excluida en el sentido anteriormente descrito.
La existencia de economías informales
se basa en la exclusión de gran parte
de la población del mercado laboral
formal como también de los altos
niveles de desempleo y subempleo.
Principio
12: A todos los miembros de una
sociedad se les debe permitir la participación
en los procesos relevantes de la toma de
decisiones.
El
principio se basa en la convicción
de que una sociedad no puede ser sostenible
sin la participación de la población
en la formación de la voluntad política
y en los procesos de la toma de decisiones.
Las democracias y las opciones de participación
verdadera en los países de América
Latina y el Caribe son todavía débiles.
Principio
13: La herencia cultural de la
humanidad y la diversidad cultural se deben
conservar.
La
¨cultura¨ define las formas de convivencia,
de cooperación, cómo se ubican
los ciudadanos de una sociedad en relación
con su entorno físico, el medio ambiente,
la tierra y el cosmos. Vista así,
no tiene sentido separar la cultura del
desarrollo, porque desarrollo es parte de
la cultura humana. La cultura es la fuente
más importante de creatividad y por
ello debe preservarse; es imprescindible
el respeto mutuo entre culturas; no puede
haber desarrollo sostenible donde existan
¨limpiezas étnicas o sociales¨,
fanatismo religioso, prejuicios sociales
y raciales; es fundamental, por tanto, respetar
los derechos humanos. América Latina
y el Caribe se caracterizan por la gran
diversidad de culturas que han convivido
por mucho tiempo. Pero sigue existiendo
discriminación en diferentes niveles
de intensidad contra indígenas, negros,
homosexuales, lesbianas, etc.
Principio
14: Se deben conservar paisajes
culturales y naturales o partes de paisajes
de características especiales o de
belleza extraordinaria.
La
naturaleza tiene también una función
de enriquecer la vida humana de otra manera,
como objeto de experiencias sensitivas,
contemplativas, espirituales, religiosas
y estéticas. Estas experiencias tienen
valor no por sus funciones instrumentales,
sino por sí mismas, forman parte
de ¨una buena vida¨, aunque no todos
los seres humanos tienen ese interés
o sienten estos efectos. La responsabilidad
en el marco del desarrollo sostenible, entonces,
es conservar la naturaleza para que los
seres humanos interesados – de las
generaciones actuales y de las futuras -
puedan realizar el tipo de experiencias
mencionadas. América Latina dispone
de muchos paisajes culturales y naturales
de gran belleza que deben ser protegidos
(Hurtado García, 2005).
Principio
15: Para asegurar la integración
social de la sociedad se deben fortalecer
los sentidos de derecho, justicia, tolerancia,
solidaridad, la orientación hacia
el bienestar común y el potencial
de resolver los conflictos sin violencia.
En
todos los países de América
Latina y el Caribe, desde la conquista,
su historia se ha caracterizado por la desigualdad
y la explotación de los pueblos nativos
por parte de sus conquistadores, en la cual
no ha habido el dominio del derecho (o un
derecho que incluya la protección
de grandes partes de la población
pobre); la justicia no ha funcionado o sólo
funciona favor de los poderosos; ha habido
poca tolerancia y un egoísmo impresionante
combinados con la falta de sensibilidad
social entre las clases altas; y una disposición
generalizada de ¨resolver¨ los conflictos,
a escala de la sociedad y entre individuos,
con medios violentos. Así seguimos
lejos del desarrollo sostenible en el continente.
5. Conclusiones
Con
los 15 principios sustanciales anteriormente
expuestos se puede definir qué sería
el desarrollo sostenible en las condiciones
de América Latina. Deben cumplirse
todos para poder hablar de desarrollo sostenible
en el continente. Sirven para comparar y
evaluar políticas, medidas y proyectos
concretos de desarrollo en la región.
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